Si hay algo que aprendí en Bellas Artes (carrera que pienso terminar en algún momento de mi vida), es a OBSERVAR.
No me olvido más de un ejercicio que nos pusieron una vez. Llegamos a clase, nos dieron una hoja, y nos dijeron: dibujen el frente de su casa. Todos la dibujamos observando los detalles con nuestra mente, intentando plasmar en una hoja blanca la casa que vemos a diario, de donde salimos, entramos, salimos y volvemos a entrar varias veces al día. La entregamos y nos fuimos.
Como deberes para la semana siguiente nos mandaron sentarnos enfrente y dibujarla, esta vez viéndola. Los resultados del ejercicio fueron increíbles, más de la mitad de las personas dibujamos cosas totalmente diferentes a la realidad, comparando la casa que dibujamos en clase, con la que dibujamos viéndola, nos dimos cuenta de la cruda verdad:
LAS DIFERENCIAS ERAN ABISMALES.
Algunas personas dibujaron sus ventanas curvas, cuando en realidad eran cuadradas, y así miles de ejemplos, muchas parecían casas diferentes, no sabemos ni donde vivimos!.
La conclusión del ejercicio fue, que no observamos las cosas que nos rodean, no pudimos dibujar nuestra casa, con la memoria, tal cual es, porque NI SIQUIERA LA MIRAMOS. No sabemos dibujar un árbol porque no lo observamos, la vida nos pasa por los costados, estamos tan sumidos en nuestros mundos, que dejamos pasar esos detalles, que parecen estúpidos, pero que a fin de cuenta forman parte de nuestras vidas. A veces nos dejamos llevar demasiado por nuestras responsabilidades, por los trabajos, por las obligaciones, y no somos capaces de sentarnos dos minutos a observar algo que no sea la pantalla del celular..
Creo que está bueno caer en la cuenta de esto, no dejar pasar esas cosas que nos rodean día a día, desde nuestro cuarto, nuestra casa, el ómnibus, las calles, las personas, la naturaleza, entre muchisimas otras cosas.
Como diseñadora gráfica, creo que no hay nada más lindo que lo que nos da la naturaleza, una gama de colores increibles, movimientos, y sensaciones que no dejan de inspirarme. Así también como las personas, ir sentada en el omnibus y observar los rostros, algunos de preocupacion, otros de felicidad, algun que otro neutro, mirar por la ventana del omnibus y tenerla como una ventana al mundo.
Observar, escuchar, sentir, vivir. Creo que ahí está la clave!
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